«Ser adulto es más un ideal inalcanzable que un estado bien definido».
-Juan-David Nasio, en Cómo actuar con un adolescente difícil.
Pérdida
«Si bien la vida es una sucesión de pérdidas, pretendemos contabilizarla como ganancias»
-Alejandro Salamonovitz Weinstock, en ¿Por qué un psicoanálisis?
Sobre la importancia del deseo
«Quizás en este mundo no importa mucho lo que uno quiere, pero hay que querer algo».
-Katherine Mansfield, El canario (cuento)
Neurosis obsesiva y Pee-Wee Herman
La neurosis obsesiva, como el desayuno de Pee-Wee Herman: elaborados y complicados procesos para obtener un resultado regular del cual se disfruta poco o casi nada:
Sobre el narcisismo
«En efecto, con particular nitidez se evidencia que el narcisismo de una persona despliega gran atracción sobre aquellas otras que han desistido de la dimensión plena de su narcisismo propio y andan en requerimiento del amor de objeto (…). Es como si les envidiásemos por conservar un estado psíquico beatífico, una posición libidinal inexpugnable que nosotros resignamos hace ya tiempo».
-Sigmund Freud, en Introducción del narcisismo (1914)
Razones
«(…) existen sobradas razones para desconfiar de la gente que, por sobre todas las cosas, evita ser tonta».
-Jean Allouch, en El amor Lacan
Pasión
«Entonces la pasión periodística, la fascinación con el acontecimiento, la entrega al teatro como si fuera un sacerdocio, al amor por la aviación, la sastrería, el rock, la fotografía, la pintura, la carpintería, el cine, la cirugía, el beisbol, la cocina, el ajedrez, la historia, significan una elección de la vida y no del abismo».
-Federico Campbell, en Padre y memoria
Sobre la criminalidad del deseo
«El deseo humano nace en el terreno de la sexualidad y su origen es criminal, es decir, incestuoso y parricida».
-Jaime Alberto Carmona Parra, en Psicoanálisis y vida cotidiana
Instancias psíquicas y moralidad
«El ello es totalmente amoral, el yo se empeña por ser moral, el superyó puede ser hipermoral y, entonces, volverse tan cruel como únicamente puede serlo el ello».
-Sigmund Freud, en El yo y el ello (Parte V, Los vasallajes del yo, 1923).
Sobre la dinámica de transferencia
«(…) todos nuestros vínculos de sentimiento, simpatía, amistad, confianza y similares, que valorizamos en la vida, se enlazan genéticamente con la sexualidad y se han desarrollado por debilitamiento de la meta sexual a partir de unos apetitos puramente sexuales, por más puros y no sensuales que se presenten ellos ante nuestra autopercepción consciente. En el origen sólo tuvimos noticia de objetos sexuales; y el psicoanálisis nos muestra que las personas de nuestra realidad objetiva meramente estimadas o admiradas pueden seguir siendo objetos sexuales para lo inconsciente en nosotros».
-Sigmund Freud, en Sobre la dinámica de transferencia (1912)