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Espionaje
Sedienta sudada
la urraca alas de fiebre
pico quejoso de malogradas madrugadas
dentro de tu falda
revolotea
Suicidio
La cabellera llovida de hojas de menta
los pezones endulzados
con leche y trozos de luna
los pies masajeados con almíbar
zapatos rojos de brillo frutal
Vino
y llamándome colmena
me sacudió
Veinte minifaldas (prendas 1 a la 5)
Veinte minifaldas tiene colgando a la mano
en caso de emergencia
para que las caricias caigan en tela limpia
Veinte minifaldas de la misma talla
para que en sus muslos veinte tipos sufran una misma borrachera
Semidesnuda
Que hay un vacío citadino
entre la luz que llevas clavada en tus vellos
y mi tacto extranjero
es una verdad
a medias
Ruta Deseo
Tienes las piernas más descubiertas
en la historia de esta esquina
susurró el vagabundo honoris causa
a la estatua
brazo e índice estirados por siempre
haciéndole la parada a un camión
Verano
Te la levanto
te la arrugo
te la mojo
te la quito
Tu falda
tu vapor tu pubis
100% algodón
de azúcar
Porcelana
La esperanza que tengo
en las tortugas de porcelana que sostienen a la humanidad
caparazones de porcelana
resistiendo elefantes con arrugas de porcelana
sólo mide
lo que hay de distancia entre pierna y pierna tuyas
Prohibido tienes
dejar de caminar
Veinte minifaldas (prendas 6 a la 10)
A veces ella duerme en minifalda
por si en la noche timbra el teporocho del barrio
o llega el ejército a catear sus piernas
A veces ella duerme con su falda más corta
por si sueña con el hombre de la lengua más larga
Lencería es una palabra que se pronuncia lentamente
Ganchos etiquetas espejos de cuerpo entero
luces dirigidas cajas registradoras
maniquíes sin brazos ni cabeza
senos de fibra de vidrio
letreros de oferta
Mi plan para llenar mis manos de tu embarnecida realidad
lo dejé embarrado
en el penúltimo vestidor
tu favorito
Aleteo
Mi corazón es ese tipo desgarbado en la avenida
haciéndose el ciego
dando bastonazos
Desde el décimo piso de este edificio fantasma
lo veo chocar a propósito con arbotantes y mujeres
los lentes oscuros tras tu culo cuando pasas
Mi corazón abre sus alas de cucaracha
abanica un ventarrón para levantarte el vestido
Te soñé con ropa puesta
Apréndete una canción
que lave nuestra soledad manoseada
aparece esta noche en el mismo sueño
cántamela con los ojos
Las altas horas de respiración se desbordan
Media
Se fotografiaba sólo las piernas
para no dejar evidencia
de su tristeza
Brassier
Amanece y anochece a través de tu encaje
el sol atrapado en una copa
la luna sostenida en la otra
de sed y oscuridad se inundará el dormitorio del mundo
si me das la espalda
El vagabundo arrastra piropos de terciopelo
Oye tú aparición
te pusiste la ropa con todo y maniquí
con esa jaula de aplausos que es tu pantalón
y ese veredicto masivo de luz en el escote
tu caminar es pura limosna para el viento
Lío de faldas
Ramaje
opulencia
relieve
ceñidura
señora no decido
con qué palabra
vestirla
Vestida para matar (prohibido suicidarse aquí)
El arma es la piel misma
la sugerencia está en el esmalte de uñas
el chantaje en un parpadeo
algunas palabras para cubrir apariencias
en el iris se lee la advertencia:
prohibido tirarse al vacío
Veinte minifaldas (prendas 11 a la 15)
En horas de oficina durante el tiempo más muerto
moja sus bragas el uniforme y hasta la silla
planeando la fiesta que comienza en su clóset
Veinte minifaldas para ella y diecinueve amigas
porque sin duda una orgía es una parvada de veinte gemidos
Estableciendo contacto con tus piernas por medio de la ouija
Para qué cansar los dedos obligándoles un lenguaje
pregunté a la tabla
si habitamos distintas nadas
y la punta de un corazón a la inversa
deslizándose respondió
voy de la a a la z porque así no extraño
q
u
e
m
e
t
o
q
u
e
s
Veinte minifaldas (prendas 16 a la 20)
Mientras tanto ella se masajea el culo
porque está segura que alguien deseará besarlo
después de un desfile de modas con veinte cambios
Veinte fantasmas de colores son sus minifaldas
nunca algo tan breve había esperado tanto
Sin llave
Una urraca lleva ropa sucia tuya en el pico
el espejo devuelve mis ganas tal como son
el teléfono habla solo
el abanico se aburre y rechina si no te alcanza
de un gancho cuelga sólo tiempo
Regresa
ponte lencería de azúcar y espera calmada
repetiré el truco de tragarme la llave
Timbraré